Formas de intercambiar saludos entre ciclistas

Cuando abordé con amigos y conocidos la disminución de los saludos entre ciclistas, recibí diversas respuestas. Muchos señalaron, con razón, que en el pasado, el saludo se enseñaba en las grupetas de ciclistas a los nuevos como una norma básica, ya que todos compartían un espíritu de compañerismo. Sin embargo, lamentablemente, esta tradición se ha ido perdiendo con el tiempo.

Un viejo cicloturista compartió conmigo su perspectiva al respecto un día mientras rodábamos juntos: "Es cierto, amigo. Llevo 45 años pedaleando y aún saludo a todos. Eso es elegancia y ética. Espero que aquellos que se han unido recientemente a esta comunidad ciclista comiencen a saludar, y que pueda formar parte del exhibicionismo en relación con los entrenamientos y el autoglorificarse en las redes sociales".

Con un tono más amargo, otro amigo comentó: "Es una buena costumbre que se está perdiendo, y es una lástima porque con ella desaparecen también nuestros valores".

Algunos expresaron su hastío, mencionando que "saludas hasta que te cansas de que la mayoría no lo haga, porque cuando no te responden, te sientes un poco tonto". Aunque en el fondo, muchos piensan que "no debemos perder nuestras buenas costumbres" y que siempre es apropiado saludar, independientemente de si recibes una respuesta o no. Pero sinceramente, da mucha pena y mal sabor de boca que no te respondan a un saludo.

Como experiencia propia realicé varios "test de saludo", unos días saludaba a todos y otros a ninguno. Ciertamente, el resultado fue bastante triste.
El día de los saludos, de 27 ciclistas, únicamente uno me devolvió el saludo.
El día de no saludar, no recuerdo la cantidad de ciclistas que me crucé, pero ninguno me saludó, ni hizo amago.

Esta anécdota que te voy a contar sucedió hace muchos años, iba con la bicicleta por el monte, a los lejos vi a un señor con su bicicleta muy averiada, con las manos negras y en un estado que dudo que volviese a su casa montado en bicicleta. Dada mi experiencia mecánica, me acerqué a él y le pregunté si necesitaba ayuda, su respuesta fue una mirada asesina, no gesticuló palabra y agacho la cabeza para continuar con sus labores desconocidas. Mi reacción fue continuar mi camino pensando que gracias a mi podría haber llegado a su casa montado en la bicicleta en lugar tener que solicitar que alguien le fuese a buscar en coche. Pero cada uno elige su camino en la vida diariamente.

La forma de saludar puede variar según el lugar, con diferentes frecuencias y métodos. Por ejemplo, en Navarra y el País Vasco, regiones con una gran tradición y cultura ciclista, es inusual no recibir un saludo en respuesta al grito de ¡lepaa!

Un buen amigo también me compartió que en Valencia, un saludo especial y genuino consiste en un giro de cabeza de izquierda a derecha, sin pronunciar palabra.

Amigos colombianos confirmaron que en su país, el 95% de los ciclistas se saludan... ¡con un silbido! Una práctica similar se observa en Perú. Desde México, me informaron que "la mayoría de los ciclistas de ruta no responden al saludo", mientras que en Argentina, "la mitad saluda y la otra mitad, no".

En conclusión, el intercambio de saludos entre ciclistas es una tradición que varía según la región, pero que, en última instancia, contribuye al sentido de comunidad y respeto mutuo en el mundo del ciclismo.